Sábado aciago para el Somos que no pudo hacer nada ante un Pilar Maristas mucho más acertado y metido en el partido (20-33). Los eibarreses no estuvieron finos ni en ataque ni en defensa y sumado a la mala suerte, cayeron derrotados con estrépito tras pasar todo el encuentro a remolque en el marcador. Los aragoneses demostraron estar más entonados los 60 minutos y a pesar de un pequeño bajón al inicio de la segunda parte, fueron mejores que los locales en todo momento.
Desde el principio se notó que no era el día del Somos. Tras unos primeros minutos de tanteo, los visitantes no tardaron en ponerse por delante con una diferencia de tres cuatro goles. Así, para el ecuador de la primera mitad ya ganaban por cinco y los locales eran incapaces de seguirles el ritmo, y eso que no era excesivamente alto. Pero al Somos no le salió nada el pasado sábado, cometiendo errores impropios de la calidad que atesoran los jugadores eibarreses. Defensivamente, el equipo dio demasiadas facilidades al rival, encajando goles y ofensivamente estuvieron desacertados. Tiros a la madera en lanzamientos sencillos, pérdidas de balón en momentos inoportunos, contragolpes cedidos con demasiada facilidad y una falta de efectividad que lastró a los chicos de Fernando.
A pesar de que el Somos se acercó en el marcador justo antes del descanso, el conjunto zaragozano aguantó bien la embestida eibarresa y consiguió aumentar la diferencia a seis tantos justo antes de marcharse a los vestuarios gracias a un gol desde los siete metros después de otro fallo de concentración de la zaga local. La segunda parte comenzó de la misma manera de la que había transcurrido la primera. Dominio del Maristas con un Somos sin suerte y negado cara a gol. Aunque un parcial de cuatro a uno a favor del Eibar permitió soñar a los presentes en una posible remontada, pero de nuevo fallos inoportunos demostraron que no fue más que un espejismo. De ahí hasta el final resultó ser un paseo para los visitantes que siguen sin conocer la derrota en este principio de liga.
El Somos Eibar tendrá que mejorar mucho tanto en defensa como en ataque para volver a demostrar la solidez con la que jugaron en el primer partido en Ipurua. Es cierto que la baja de Azkonizaga pesó demasiado en el equipo eibarrés pero no debe de servir como excusa. Solo queda levantar la cabeza, aprender de los errores cometidos y concentrarse para la siguiente salida.
Triunfo de gran mérito el que consiguió el Somos Eibar el pasado sábado ante el filial oscense que fue muy batallador y vendió cara la derrota. El conjunto altoaragonés aguantó hasta el minuto 40, pero gracias a una gran defensa y a las paradas de los guardametas los eibarreses pudieron coger una renta de 4-5 goles que mantuvieron hasta los instantes finales del encuentro.
No será el equipo más grande, ni el más fuerte pero el Somos Eibar presentó el fin de semana sus credenciales para la liga: Lucha, garra y no dar un balón por perdido. Con Aitor Telletxea a los mandos, el conjunto armero demostró estar bien engrasado y desde el primero hasta el último jugador se dejaron la piel en la pista. Esa entrega hizo que los locales se separaran en el marcador y llegasen a los últimos minutos con un colchón cómodo. Pero no fue fácil. La primera mitad y el inicio de la segunda resultaron ser muy igualados en los que se alternaban las ventajas en el luminoso. El Avefor Huesca opuso resistencia hasta que la eficacia defensiva local hizo que fallaran y perdieran muchos balones.
Difícil destacar nombres en particular. Un verdadero equipo donde los Azkonizaga, Garetxana o Barruetabeña dieron una lección de pundonor. Tampoco se puede olvidar la actuación de los porteros. Tanto Guerra como Fuentes realizaron varias paradas espectaculares que provocaron los errores rivales y levantaron al público de Ipurua. La gente que acudió al poli disfrutó de la entrega de su equipo.
La relajación del Somos en los últimos minutos hizo que los visitantes pudieran reaccionar y recortar diferencias. Peleando hasta el final, tal como lo había hecho en todo el encuentro y pese a ser un recién ascendido, el Avefor Huesca demostró ser un equipo muy combativo y que dará guerra en la liga.