El sábado pasado, el Mek Eibar Eskubaloia de Primera Nacional recibió al Tolosa en Ipurua (22-31), en un duelo que prometía emociones fuertes, aunque para los locales, la emoción cambió repentinamente.
Desde el inicio del encuentro, el Tolosa mostró su dominio sobre la cancha. Su defensa impenetrable y un ritmo de juego vertiginoso dieron cuenta de su calidad técnica y táctica, tanto a nivel individual como colectivo.
Por su parte, el Eibar Eskubaloia, que ya conocía el juego rival, parecía abrumado por la reputación y el juego del Tolosa. Nos cuenta su entrenador, Fernando Fernández, que entraron al partido con un respeto excesivo, lo que les impidió desplegar su mejor versión. Defensivamente, se vieron superados en el uno contra uno y carecieron de la contundencia necesaria en las ayudas defensivas, mientras que en ataque, la situación no mejoró, ya que se encontraron con una muralla infranqueable y carecieron de precisión en los lanzamientos.
A pesar de los esfuerzos del Eibar por mantenerse en la pelea, en ningún momento lograron poner en aprietos al Tolosa. La distancia en el marcador se amplió rápidamente y se mantuvo inamovible durante el resto del partido. Sin embargo, entre las sombras de la derrota, destacaron los jóvenes Bernat y el debutante Alex, cuya contribución dejó entrever un futuro prometedor para el equipo.
Recordemos que para el Mek, la temporada aún no ha terminado. Tienen un último partido por delante contra el Uharte, una oportunidad para cerrar la temporada con un buen sabor de boca. Seguro que en este próximo encuentro, el Mek mostrará su verdadera valía y luchará con todo para despedirse de la competición en alto. Será una oportunidad para dejar atrás la derrota ante el Tolosa y demostrar que son un equipo digno de respeto y admiración.